Ya no se pueden esparcir ni guardar las cenizas de los difuntos

Es tendencia en la actualidad que una vez que la persona muere, no se le de cristiana sepultura como es costumbre desde antiguo, sino que sus cuerpos sin vida se cremen; es decir, se sometan a altas temperaturas hasta que se convierten en cenizas, las cuales son entregadas a familiares en una pequeña caja de madera o cofre de cerámica o cualquier otro material, algunos con el objetivo de esparcir dichas cenizas y otros para guardarlas en casa.

Las cenizas de un ser querido es algo que tiene mucho significado y valor, es por ello que, de tenerlas en casa, es entendible que se quieran tener resguardadas.

Quizás pienses que se está exagerando al pensar que hay personas interesadas en robar las cenizas de un difunto, pero la realidad es que hay casos de casos, además de que, aunque no estén interesados en hacerlo, ante un robo, estas pueden ser profanadas.

Esta tendencia de la creación se puso de moda en muchos países, aunque inicialmente se cremaba el cuerpo, pero de igual forma se mantenían estas cenizas en un cementerio, iglesia o un lugar destinado exclusivamente para ello en la casa del difunto, pero en la actualdiad esto ha cambiado, y muchas personas deciden que sus cenizas formen parte de la naturaleza, por ello una opción es esparcirlas al aire.

Esta práctica de esparcir cenizas esta hoy en día muy vigente, algunos dicen que, por razones espirituales, y otros más por seguir la tendencia que por otra cosa, lo cierto es que hay sitios específicos de cada ciudad en donde se acostumbra hacer esto, como la cima de ciertas montañas, en miradores, en algunas playas, lagos y ríos y hasta el ser depositadas en una maceta con el objetivo de que crezca una planta en ellas.

La iglesia católica, el papa Francisco como su máximo representante ha sacado un documento en donde afirma que la cremación es aceptable, esto ante la polémica de que muchos obispos y sacerdotes la repudiaban, aunque aclara que se sigue prefiriendo la sepultura tradicional, pero en el caso de la cremación se prohíbe esparcir las cenizas o conservarlas en casa.

Las razones que ha dado la iglesia católica sobre esta prohibición radica en el hecho en que es posible que tener las cenizas en casa traiga como consecuencia el hecho de que dichas cenizas se olviden, se pierdan, se les falte el respeto, especialmente después de pasado un tiempo, cuando a las personas para las que el difunto es importante, ya no están, por ello es preferible tenerlas en un lugar sagrado, como un cementerio.

error: Content is protected !!